viernes, 30 de diciembre de 2016

tres dos uno

Exactamente en una semana espero estar a bordo del nuevo Mola Mola.
No es fácil escribir después de tanto tiempo y tampoco es fácil preparar un barco a tu gusto cuando no sales con él desde casa.
Desde que iniciamos la búsqueda de un nuevo Mola Mola nos centramos en encontrarlo en el Caribe (sin descartar ninguna otra localización). Los precios son bastante mejores que en Europa y la oferta de barcos equipados para vivir es mucho mayor.  Al final apareció un barco de una eslora un poco mayor de la que buscábamos pero a un precio muy interesante respecto a sus hermanos de mercado. Llegué a Guadalupe para visitarlo en Octubre con los deberes hechos y un buen check-list de cosas a mirar, para que no se me olvidase nada de lo que creemos importante. Cómo siempre hay muchas llamadas y conversaciones detrás: he hablado mucho con Álex, con Alejo, con Jose del Moskito Valiente que tiene el mismo barco, con Miguel el mecánico y Antonio del Antull que tiene el hermano pequeño.
No quería dejarme llevar por la primera impresión (dicen que las cosas se compran o venden en los primeros 30 segundos). Buceé y limpié la obra viva para verla íntegramente, miré detalladamente la obra muerta, cubierta, bañera, el acastillaje del barco, timón, guardines, la jarcia firme, el material de fondeo, los toldos, las velas, escotas, drizas, el interior, las instalaciones eléctricas y de agua, baterías,  electrónica, motor, depósitos, armarios, cocina, paneles solares, aerogenerador, dingui, y un largo etcétera
En principio encontré el barco incluso mejor de lo que pensaba pero encontramos en la inspección que  el nivel del refrigerante estaba bajo y eso dió para unas cuantas llamadas a Miguel y para pedir una prueba de presión al circuito de refrigeración para comprobar si había fugas. Una vez rellenado y hecho el test todo parecía ir bien.
Y........ufffff, de repente esto ya no es un juego de mirar barcos por internet, estamos a punto de decir que SI a comprar otro barco?. Por unas horas toda la ilusión y energía se transforma en miedo.
Por si se daba el caso de comprar el barco, había viajado con una maleta llena con las cosas de buceo (así sería algo menos a transportar en enero), así que ahí me veis hablando y chateando con Bea horas antes de marchar preguntándole repetidamente ¿QUE HAGO CON LA MALETA? ¿QUE HAGO CON LA MALETA?, la pregunta real y que los dos sabíamos era: ¿COMPRAMOS O NO COMPRAMOS?.
Pues sí COMPRAMOS!!! y ahora como siempre el tiempo dirá si la inspección tan rigurosa a mi criterio fue buena o si por el contrario el barco nos tiene reservado algún dolor de cabeza extra que ni imaginamos. Aún así y después de la primera experiencia en el Mola Mola, hay que intentar saber llevar de la mejor manera posible esa responsabilidad de la gestión integral del barco, sus problemas y mantenimieto (pero eso dará para otra entrada).
Así que aquí estamos, a una semana de marchar al Caribe con las maletas llenas de ilusión y muchas herramientas (el dueño se lleva la herramienta de vuelta a Francia).
Si todo sale según lo planeado sobre el 9 de enero debería estar navegando con el antiguo dueño para ir a Dominica y así hacer la venta fuera de Francia para evitar unas tasas, después navegar sólo hasta Martinica y allí recoger a nuestro amigo Elias que nos ayudará en la varada que tenemos prevista y reservada en Tyrrel Bay (Carriacaou) para el 16 de enero. Después esperamos tener unos días para buscar algunas olas y pescar antes de ir a buscar a la manada en Febrero a Martinica.
En cuanto este abordo y tenga un rato os presento en fotos al nuevo Mola Mola. La manada vuelve!!!!
Abrazos para tod@s.




Material de primera calidad suministrado por Suminox. Gracias Álex y Paquita!!!!


Lúa supervisando la tornillería de inox


Protegiendo las cañas




Nos echaran de Francia??

jueves, 1 de diciembre de 2016

PRECIPITACIONES.

Lúa ya camina. Como puede volar así el tiempo?
Lúa es nuestra pequeña, que ya tiene 13 meses. Lúa, la que vino de Star Island en San Blas.

Pero vamos a coger un boli bic, la cinta, y rebobinemos un poco....  para ver lo que ha pasado en este ultimo año y medio

En mayo del 2015 dejamos el Mola definitivamente en manos de su nuevo propietario, Ben, y anduvimos mochileando por Panamá, Costa rica y Nicaragua (si, Lilú ya estaba a bordo)
después regresamos a España, y en Santander,  con la de luna llena de octubre, nació Lúa.

Desde entonces hasta ahora,  entre Cantabria y Asturias, nos hemos dedicado a construir una casa (con la inestimable ayuda del padre de Edu) a trabajar, y a cuidar y disfrutar de nuestra canija....hemos hecho muchas cosas....excepto dormir!! aisssssssss 
También hemos dedicado mucho tiempo a pensar en nuestros dos años en el mar. una vez en tierra, con un cambio tan radical de vida, lo que queda en el recuerdo, lo que permanece una vez que el cerebro hace la criba natural de lo vivido, no es más que una sensación de plenitud, de felicidad absoluta y de libertad. Desde luego hubo momentos malos o duros, pero en el recuento final, no son más que muescas que ayudan a dar la forma perfecta definitiva. Desde que pusimos un pie en tierra tuvimos claro que queríamos repetir la experiencia (hacia el 2018???), porque aquello forma ya irremediablemente una parte básica, un pilar,  de nuestra manera de pensar y vivir. y cuanto más pasaba el tiempo, más claro teníamos que necesitábamos que fuese pronto, antes de que Lilú tenga que ir al colegio y se complique la cosa. 
Así andábamos,  mirando ocasionalmente webs de barcos para ver si aparecía un candidato para llevarnos a una nueva aventura, (ya nos habíamos marcado nuevo objetivo:  octubre 2017.) cuando todo se precipitó a mediados de septiembre.
En esas fechas recibimos la visita de Oli, nuestro querido y gran amigo,que venia desde San blas (Panamá) para ver a su madre, en Bélgica y a nosotros aquí. su visita hizo explotar la pólvora que ya teníamos en la cabeza, hubo una alineación de planetas, y, a las cenas hablando de nuestras aventuras en San Blas juntos, se le unió la llegada de los primeros días otoñales fríos y lluviosos que nos hicieron añorar aun mas aquellas latitudes, y que nos obligaron a pasar las tardes encerrados en casa mirando candidatos para ser el nuevo Mola Mola.....total, que apareció un barco en Guadalupe que cumplía requisitos, ardió toda la pólvora y a principios de octubre Edu estaba volando a las Antillas para verlo.....
Así q todos los planes cambiaron, y lo que se preveía para un futuro un poco más lejano, de pronto, estaba muy muy cerca...(siempre hemos dicho que los planes están para cambiarlos)
Es una sensación rara porqué aún no le he visto, solo por fotos, y no me acabo de creer que sea nuestro barco,nuestro Moli, aun no lo sentimos así....pero nos queda poco mas de un mes para ir a su encuentro y esto vuela....comienzan los preparativos!!!! y se multiplican las ganas!!! 

Y aquí estamos, a finales de noviembre de 2016, con una bebita que ya anda y un nuevo Mola Mola esperándonos en el Caribe para disfrutar la vida. Auuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu


(Pd: por si os pica la curiosidad, el nuevo Mola Mola es un beneteau oceanis 411.)
(Pd: y si, se va a llamar Mola Mola; porque Mola Mola no es el barco, es el espíritu de la manada!)


estos dias se precipitó todo, Lua, Netita y el tio Oli

creo que se lo que está pensando....

MANADA!


En Indonesia

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