domingo, 3 de enero de 2016

con que soñamos en tierra?

Empieza un nuevo año, pasa el tiempo y el salitre del agua del mar no desaparece de nosotros. La manada ha crecido y sigue junta, fuerte y con muchas ilusiones.
Los recuerdos hostiles del mar se desvanecen. Apenas recuerdas la sensación de frío en mitad de la alguna noche atlántica, la tensión que supone tener alguna avería o problema a cientos de millas de la ayuda más próxima, el cansancio extremo asentado en tu organismo o lo difícil de una maniobra en mitad de la noche y de un chubasco.
Entonces de que te acuerdas?
Nos acordamos de lo mismo que soñamos, de la libertad que nunca conocerás en tierra y de esa manera tan intensa de vivir entre la manada el día a día.
Nos acordamos de ese momento mágico cuando el sol se ha puesto en la proa, el mar se difuminaba y el Mola Mola empezaba a galopar por la noches.
Nos acordamos de lágrimas que rezumaban amor, pasión e intensidad.
Nos acordamos de pájaros que nos visitaron, de peces de voladores, de delfines, marlins, dorados y atunes.
Nos acordamos del gusanillo que te produce partir y arribar a un lugar desconocido y de la relación tan especial entre navegantes.
Nos acordamos tanto de nuestros amigos peces del Caribe y nuestras buceadas diarias para saludarlos y disfrutarlos.
Nos acordamos de vivir descalzos y casi desnudos.
Nos acordamos del agua caliente.
Nos acordamos de la cercanía de los nuestros estando tan lejos.
Y nos acordamos del Mola Mola, ese barco que eramos todos, y nos protegió como un padre.
Y sobre todo, no nos olvidamos que todo surgió y surge del amor, nuestro auténtico motor.
A lo lejos, en el horizonte, nos sigue esperando el Mola Mola.