viernes, 2 de agosto de 2013

Las obras

Aprovecho un día negro de Junio para hacer un resumen de las obras, revisiones y mejoras del Mola Mola. Ni que decir tiene, que este maravilloso invierno del que no salimos, nos esta condicionando un poco en los trabajos.
Lo que vais a ir leyendo, en absoluto refleja el trabajo tedioso que puede llegar a tener tan sólo uno de los apartados, mil llamadas a Álex (omnipresente), investigaciones por internet, llamadas, consultas y visitas.
Hemos sacado el motor para revisarlo completamente, con la gran ayuda de Miguel. Le hemos cambiado la mayoría de las juntas y retenes, bomba de combustible nueva, revisión de bomba de inyección, alternandor y puesta en marcha, segmentos nuevos, casquillos y manguitos. También se ha mecanizado un eje nuevo para la bomba de agua y el plato de acople es nuevo  (el viejo tenía mucha holgura).Para finalizar, lo hemos pintado para dejarlo como recién salido de fábrica.
Cómo todas las tareas del barco, no es tan fácil como parece. La mayoría de las piezas originales Yanmar nos las ha traído la madre de Morgan de USA, ahorrando casi un 50% respecto a lo que hubiesen costado aquí. Otras piezas hay que decidir si comprarlas originales o encargárselas a un tornero. El resto son llamadas a Miguel, a Álex y dar vueltas por muchos establecimientos especializados.
Casi de las primeras cosas que acometemos en el barco es el encargo de un nuevo depósito de gasoil, que aproveche mejor el espacio donde va alojado el actual (de inox pero viejo), pasando así de 80 liros a 150. Entre Carlos  y yo diseñamos el depósito a medida y nos lo construyen en polietileno de un centímetro de espesor y con tabiques internos anti-ola.

Otro gran frente de trabajo es el cuadro eléctrico y la instalación que lleva asociada. Primero son muchas horas pensando que equipos llevará el cuadro, para luego comenzar a pensar en su distribución. La revolución llegó cuando Carlos (Padre de Bea, cuanto nos está ayudando!!) comenta que el corte de la madera lo puede hacer un amigo suyo, Javi, que tiene una máquina de control númerico. Las fotos hablan por sí sólas, vaya calidad de acabado.
Respecto a la instalación eléctrica, he pensado mucho en ella y el esquema fue evolucionando en autocad, hasta que estaba bastante perfilado. Me viene a la memoria, ahora mismo, más de un día a las 12 o 1 de la madrugada, en la cama dibujando el esquema eléctrico. Después de dar muchas vueltas y buscar, Miguel nos pasa el contacto de José Mari, un electricista minucioso que hace muy buen trabajo.
Implicado de lleno en la instalación y en el cuadro, están las mejoras en electrónica que le hemos hecho al barco: radar, nuevas antenas VHF, GPS, equipo de viento, teléfono satélite, ordenador..
En la misión de la electrónica nos ayuda mucho Tato. Hay que hacer llegar cuantas más señales mejor al ordenador, a través de sus correspondientes cajitas, y aún quedarán días de prueba con el maxsea, la BLU y el teléfono satélite, para asegurarnos que sabemos manejar bien todos estos equipos, sobre todo con la finalidad de disponer de partes y predicciones metereológicas fiables, y también para toda la ayuda a la navegación que ofrecen equipos como el radar, AIS, detector radar, ect.
El consumo eléctrico es un asunto muy importante en un barco, cuando tienes que ser autosuficiente. Después de hacer los cálculos de consumos (entorno a 180 A diarios) decidimos incluir a bordo un aerogenerador. Nos lleva tiempo decidirnos por el sistema para poder sujetar con garantías los 20 kilos que irán situados a casi tres metros de cubierta. Hay investigaciones que no las hacemos nosotros directamente, en este caso es Jean François quien nos recomienda el D400 de Eclectic Energy, en teoría uno de los más silenciosos del mercado.
Ahora hay que pensar donde almacenar toda esta energía, y finalmente metemos abordo dos baterías de 200A de AGM sólo y exclusivamente para servicio.

Otra insistencia de Jean François desde que lo conocemos es la instalación de un molinete eléctrico. Al principio no pensábamos en esta instalación, ya que el Mola Mola ya traía uno manual, pero no funcionaba correctamente. Aunque lo intentamos, no han sido capaces de repararlo, así que finalmente otros 18 kilos en la proa (esto no le gusta nada a Álex). Nos hemos decidido por uno de 1000 W Lofrans. Esto lleva asociado la instalación de una batería en proa y el tendido de un cable desde el alternador hasta esta batería. Para la instalación del molinete, es necasario acortar la tapa del tambucho de proa y aumentar la cubierta. Los trabajos serios de fibra son obra de Josines, un verdadero artista. De otra manera no habría espacio suficiente para almacenar correctamente el ancla, que por cierto hemos comprado una nueva. A veces las cosas van de golpe o calentón. En una de las conversaciones con mi primo Mario, me habla sobre unas anclas neozelandesas (ROCNA) que dicen ser las mejores del mundo. Investigo un poco, y dicho y hecho, ancla de 15 kg a bordo. Ahora todavía nos falta decidir cuantos metros de cadena y de que diámetro llevamos a bordo (por si acaso tenemos barboten de 8 y de 10).
A estas alturas cualquiera diría que el Mola Mola es un barco de vela. Pues sí, lo es, y también hay que pensar en ello:
Alex nos enseña como desmontar y limpiar un winche y nosotros hacemos el resto. Bea se especializa en winches y quedan como nuevos.
También con Álex estudiamos cómo haremos los reenvíos a bañera y hacemos modificaciones en la botavara para que las maniobras sean más sencillas.
Después de dejar el motor listo, hay que meterlo en el barco y comenzar a conectar todas las tuberías y conexiones eléctricas....y así pasan los días, muy rápido, haciendo, probando y deshaciendo.
También nos hemos decidido a cambiar el morse del motor y los cables del cambio y del acelerador, y hoy mismo han llegado los 170 metros de dynema de 10 mm para las drizas nuevas.
Y aún así esperamos salir para el 1 de agosto.....

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