Se acumula lo que contar cuanto te saltas un día sin
entrada.
El domingo 18 de agosto hicimos la travesía de La Coruña a
Corme (35 millas). Una vez más, la mayoría a motor, por tener muy poco viento y
ser además en contra. Vimos tiburones pequeños, muchos grupos de delfines y pájaros.
Contactamos por la emisora con el Gwenvag (barco de Jean Fracoise y de
Isabelle).
Dedicamos parte del día a probar el sistema del tormetín en
el sty volante (el tormentín es la vela de proa más pequeña que tenemos, sólo
para temporales, y el sty volante es el cable que sujeta esta vela y que es de
quita y pon).
A las dos horas de fondear en Corme, llegó el Gwenvag, así
que fue un momento emocionante de saludos. Buena ocasión para hacer una “cena
oficial” a bordo del Mola Mola.
Abrimos el ojo, como todos los días, a las 8 de la mañana.
Lo primero que hice (no se por que razón) fue consultar en la página de segunda
mano de cosas en Francia (leboncoin.fr), por si hubieran puesto algún anuncio
de un piloto de viento de segunda mano como el que perdimos, y…. “vuala” ayer a
las 12 de la noche habían puesto un anuncio del mismo modelo por 150 €.
Nervioso salte de la cama diciendo a Bea, “voy a despertar a Jean Francoise
para que le llame”. Fui al Gwenvag rápidamente y JF hizo las gestiones por
teléfono. Ya es nuestro, sólo falta ahora ver cómo llega al Mola Mola.
Ahora llega la LECCIÓN del día, y creo que quedan muchísimas
por venir: estoy con JF en su barco escribiendo un mail al propietario del
piloto de viento, cuando Bea me llama por teléfono (ella estaba en el Mola
Mola) y me dice gritando: “rápido, sal fuera, o os movéis vosotros o nosotros!!
El barco está garreando!!”. De un salto al dingui, rápido al Mola Mola, Bea
arranca el motor mientras yo quito el pasador de la cadena del fondeo y conecto
la batería del molinete (motor para subir el ancla). Metemos marcha para
aguantar el barco y para ir cobrando cadena, nos posicionamos de nuevo y
fondeamos, esta vez con casi cuarenta metros de cadena.
¡¡Gracias Bea!!! tengo la sensación que nos protegerás siempre...
Después de analizar lo
que había pasado hemos aprendido varias cosas, pero lo que está claro es que
estando en un fondeadero con espacio y sin gente, nunca escatimaremos cadena.
Por lo demás, estamos en fondeadero precioso con dos playas
en la proa y mucho viento NE.
1 comentario:
yo quiero un percebe gigante tambien!! que guapo!!!
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