lunes, 19 de agosto de 2013

Garrear: ir para atrás la embarcación, una vez fondeada por no agarrarbien el ancla

Se acumula lo que contar cuanto te saltas un día sin entrada.
El domingo 18 de agosto hicimos la travesía de La Coruña a Corme (35 millas). Una vez más, la mayoría a motor, por tener muy poco viento y ser además en contra. Vimos tiburones pequeños, muchos grupos de delfines y pájaros. Contactamos por la emisora con el Gwenvag (barco de Jean Fracoise y de Isabelle).
Dedicamos parte del día a probar el sistema del tormetín en el sty volante (el tormentín es la vela de proa más pequeña que tenemos, sólo para temporales, y el sty volante es el cable que sujeta esta vela y que es de quita y pon).
A las dos horas de fondear en Corme, llegó el Gwenvag, así que fue un momento emocionante de saludos. Buena ocasión para hacer una “cena oficial” a bordo del Mola Mola.
Abrimos el ojo, como todos los días, a las 8 de la mañana. Lo primero que hice (no se por que razón) fue consultar en la página de segunda mano de cosas en Francia (leboncoin.fr), por si hubieran puesto algún anuncio de un piloto de viento de segunda mano como el que perdimos, y…. “vuala” ayer a las 12 de la noche habían puesto un anuncio del mismo modelo por 150 €. Nervioso salte de la cama diciendo a Bea, “voy a despertar a Jean Francoise para que le llame”. Fui al Gwenvag rápidamente y JF hizo las gestiones por teléfono. Ya es nuestro, sólo falta ahora ver cómo llega al Mola Mola.
Ahora llega la LECCIÓN del día, y creo que quedan muchísimas por venir: estoy con JF en su barco escribiendo un mail al propietario del piloto de viento, cuando Bea me llama por teléfono (ella estaba en el Mola Mola) y me dice gritando: “rápido, sal fuera, o os movéis vosotros o nosotros!! El barco está garreando!!”. De un salto al dingui, rápido al Mola Mola, Bea arranca el motor mientras yo quito el pasador de la cadena del fondeo y conecto la batería del molinete (motor para subir el ancla). Metemos marcha para aguantar el barco y para ir cobrando cadena, nos posicionamos de nuevo y fondeamos, esta vez con casi cuarenta metros de cadena. 
¡¡Gracias Bea!!! tengo la sensación que nos protegerás siempre...
Después de analizar lo que había pasado hemos aprendido varias cosas, pero lo que está claro es que estando en un fondeadero con espacio y sin gente, nunca escatimaremos cadena.

Por lo demás, estamos en fondeadero precioso con dos playas en la proa y mucho viento NE.
Saliendo de la Coruña
Vaya viciooo!!!
Islas sisargas


Delfines!!

Las grumetillas del mola mola

Así echa la siesta el capitán
Y así la grumetillas!

Alcatraces

Probando el tormentín
Llegando a Corme, cero capturas
Fondeo en Corme 
Monumento al percebe en corme
Este barco es fiel reflejo de lo dura que es la mar en Galicia 
Amanecer en corme
Paseo matutino de rigor
La arena aquí brilla como escamas de pez... Playas de granito!
Fondeo
Después del susto, tambucho vacío, 50m de cadena al agua

Reencuentro, falta Isabelle en la foto!
Más delfines

1 comentario:

Lucci dijo...

yo quiero un percebe gigante tambien!! que guapo!!!