lunes, 7 de enero de 2013

Loa Reyes Magos vienen de La Rochelle!!!


El dia 5 de Enero hicimos todo el papeleo del barco gracias a nuestro amigo Jean-FranÇois que tanto nos ha ayudado desde nuestras primeras incursiones en Francia en busca de un velero, no se que hubiese sido de nosotros sin su ayuda con el idioma, su hospitalidad y su conocimiento sobre barcos!!! 
el Mola Mola saliendo del invernaje


Así que en ese momento nuestro Jeaneau Melody salió de su invernaje en Port des Barques (lugar cercano a La Rochelle dedicado al cultivo de ostras) con un nuevo nombre MOLA MOLA y una nueva vida por delante!!!
La maniobra de echarlo al agua fue sencilla y limpia, y Edu ya iba a bordo para traerlo a casa. Al principio la idea era ir a comprarlo y hacer el papeleo dejándolo allí para volver a por él con más tripulación cuando anunciasen un buen parte...pero afortunadamente las ideas se nutren de situaciones y hechos que las van modelando y transformando, así que en vista de que daban muy buen parte para los siguientes 4 o 5 días   decidimos que la elección adecuada era que Edu bajase el barco y yo la furgo, así matábamos varios pájaros de un tiro: tenerlo pronto en casa, no tener que hacer otro viaje hasta allí y no tener que dejar la furgo tirada. Y a la vista del temporal de frío, viento y maretones en el que llevamos sumidos las últimas dos semanas, tengo claro que acertamos, ya que de lo contrario aun seguiría allí, sin  saber cuando se podría ir a por él, y esto retrasaría mucho el ponerse manos a la obra con la puesta a punto.
Así que sin probarlo ni nada, a pelo, primera toma de contacto con el barco: travesía en solitario de La Rochelle a Santander!! ole, con un par!! la ilusión es un gran motor, desde luego....
600 km y 200 millas y 36 horas después, nos encontramos de nuevo en Santander, el día 6 de Enero, con un gran regalo de reyes!!! y al día siguiente, aprovechando el buen tiempo dimos un pequeño paseo por la  Bahía....

vamos....

Al agua!!
Dejando millas por popa.....

domingo, 6 de enero de 2013

La Rochelle - Santander

Finalmente tomamos la decisión. El viernes 4 de enero, por la noche, en la Rochelle, miramos de nuevo los partes, consultamos por última vez las opiniones de "amigos guardianes" como Álex y Tato, y estaba claro: Parte limpio para los próximos cinco días, un margen muy amplio por incluso si las cosas se torciesen.
Ese día dormimos en la furgoneta, muy abrazados, casí prefería estar un poco alejado del barco para desconectar. Era un viaje corto y a priori con muy buen parte, pero cada uno vive las cosas en función a sus experiencias, y para mí está iba a ser intensa.
El Mola Mola perezoso se fue al agua en Port des Barques, y perezoso también el motor le costo arrancar, parecía que tenía un poco de aire en el circuito... Estábamos a bordo Vincent, el vendedor del barco, nuestro amigo francés Jean Françoise y yo. Después de una horita a bordo y de que yo  viese todo más o menos controlado, desembarcaron del Mola Mola. Al fondo en la rampa veía Bea y a Neta... mi familia. Que emociones despedirme de Bea a lo lejos y que emociones darle un abrazo y las gracias de corazón a Jean Françoise. Bueno...ya cayeron las primeras lágrimas, ahora a navegar, a concentrarse y a hacer bien el trabajo.
11 de la mañana, marea vaciante, mayor arriba, génova fuera y amollo escotas. El barco sale como un tiro a casi siete nudos, y así voy caminando hacia mar abierto. Paso la Isla del Aire, miro bien la cartografía, siempre por el canal... Veo a lo lejos la Rochelle y me concentro en el tráfico de los barcos, la visibilidad no es muy buena y rezo un poco para que no se cierre el día. Aumentan las olas, fuera hay un señor mar de fondo y la marea bajando hace que las olas sean mayores aquí dentro. Impresiona ver la punta norte de la Isla de Oleron con las olas rompiendo muy grandes. Le doy respeto a la punta y me abro, no tengo prisa por enfilar Santander, mejor un poco más de tiempo y saber que todo estará limpio.


Por fín, mar abiero. Voy a la carta, saco mi primer punto y rumbo 212, que me acompañará todo el trayecto. No estoy para navegaciones placenteras dando bordos, lo tengo claro: voy a derecho con vela, si camino bien, y si no..vela y motor.
Navego un poco con genaker, se maneja bien, pero el botalón se dobla como una morcilla, para mi gusto demasiado (una cosilla a la lista de revisiones).

Al contrario de lo que decía el parte salgo amurado a estribor, rápido el viento cae y va rolando hacia el este. A veces consigo navegar un poco sin motor, pero el viento está muy perezoso.
Mientras tanto voy creando mis rutinas a bordo: cada hora marcar sobre la carta de papel la posición, revisar temperatura de motor, revisar sentina, trabajar ordenando y limpiando (lo primero fue la cubierta) y muy importante comiendo y bebiendo.
El día se hace corto y pronto empieza a caer la luz. Agobia un poco pensar que cuando a las seis sea de noche aún te quedan 14 horas de oscuridad, pero...el invierno es así.
Mucho frío en cubierta, voy como una cebolla lleno de capas. La rutina de la noche es la siguiente:
Despertador para dentro de 12 minutos, levantarse sin remolonear, apagar las luces de navegación antes de salir para que no me deslumbren, mirar bien el horizonte por si veo luces de algún barco, chequear en el ordenador velocidades y rumbos, mirar sentina y temperatura del motor. Cada cuatro ciclos de estos se incluye sacar un punto en el papel de la carta, y vuelve a empezar...

En mi primera siesta de toda la noche, de repente el se oye un golpe y el motor baja de revoluciones. Voy a salir como un tiro a la bañera, pero..quieto!! antes ponte botas, cazadora y arnes...una eternidad (sobra decir que las siguientes siestas eran vestido y equipado para salir como un rayo si fuese necesario). Pare el motor, dí un poco atrás por si algo se había trabado, avante otra vez y parecía que todo iba bien.
Nada más reseñable en toda la noche, siestas cortas que me dejaron descansar.

Amanece, no veo el sol pero el día es precioso, de vez en cuando veo algún pajaro que se acerca a verme...siempre me acuerdo de Bea en esos momentos, es como si viniese a visitarme.
Decido desmontar todas las tablas de los asientos de la bañera, para hacer una limpieza a fondo. Eso me entretiene y me llena unas cuatro horas.

El viento sigue del Este, pero sin la suficiente fuerza para navegar solo a vela a una velocidad digna (yo la había marcado en 5 nudos).
Cada vez quedan menos millas, y sigo sin ver a ningún barco (se nota que es Reyes). Ahora tengo más esperanzas de llegar a Santander antes de las 12 de la noche.

Se vuelve a hacer de noche y se empiezan a ver las primeras luces muy a lo lejos, y así durante horas. LA entrada a Santander se hace interminable, cada vez ves las luces más cerca pero nunca llegas.
Al fin tengo Mouro por la amura de estribor, ahora si que sí. Hablo con Bea, nos esperará en Puerto Chico para saludarnos. Ahora sí!! estamos en casa!!
 El trayecto no termina hasta que se atraca y madre mía, como crecía el barco a medida que enfilaba el pantalán, acostumbrado al arpege...Atraque bueno, amarras, abrazos, sentimientos....

martes, 1 de enero de 2013

DULCE INTRODUCCIÓN AL CAOS...

Hace una semana compramos el barco en La Rochelle, justo la víspera de Reyes, y el día 6, como un Rey mago en su camello, aparecía Edu navegando por la bahía de Santander tras 200 millas de travesía en solitario, toma de contacto, a lo bestia.


el Mola Mola  llegando a Puertochico


Pero no quería empezar por ahí, quería empezar por el principio, que no ha sido desde luego comprar el barco, aunque reconozco que es un gran paso, uno de los puntos de inflexión de toda esta historia, si no por el principio, principio, que fue hace más de 3 años, cuando esto solo era una idea, una ilusión, un sueño.... algo que surgió en una de esas interminables conversaciones de enamorados construyendo un futuro común imaginario..... y que a partir de entonces, empezó a formar parte cada vez más y más de nuestras charlas, y tomando formas más definidas, aunque eso si, siempre en sueños.... al cabo de un tiempo, no demasiado, nos lo planteamos como una opción real, pero a largo plazo, ya que por trabajo al menos 3 años deberíamos seguir en Santander (al menos hasta mayo 2013). Empezamos a leer cosas, libros, blogs.... y cada vez teníamos más claro que al menos, lo queríamos intentar, quizás nunca vea la luz, pero íbamos ( y vamos) a por ello, sin saber aún hasta que punto llegaremos, somos un poco "supersticiosos" con ese tema y no vamos a adelantar acontecimientos: el sueño, la idea esta ahí y nos da fuerzas para ir paso a paso, cada paso merece la pena, y cada paso nos ilusiona, asi que dónde acaba la historia ya lo veremos. Por eso hace poco más de un año, pasamos de hablar y soñar a la acción: hacer cuentas lo más cercanas posibles a la realidad de ingresos y gastos futuros, empezar a ahorrar y mirar barcos. Durante este ultimo año, hemos intentado gastar menos, menos cenas, adiós a los grandes viajes y a cosas muy superfluas, hemos vendido lastres: la furgo y por último el Arpege de Edu casi al tiempo que aparecía el Mola Mola...y hasta aquí hemos llegado por ahora...ah!!!...que tanto rollo y aun no os he contado cual es el sueño?? pues el sueño, también ha ido cambiando a lo largo de estos tres años, aunque en esencia sigue siendo el mismo: cambiar de vida, liberarnos de ataduras y poder acercarnos a una vida más auténtica, MÁS BÁSICA, en contacto con la naturaleza y descubriendo mundo....y poco a poco hemos ido acotando esto tan abstracto, porque si no no habría por donde comenzar el proyecto, y la idea actualmente es navegar y vivir en nuestro Mola-Mola desde aquí hasta el Caribe, Edu, Neta y yo, por un periodo aproximado de dos años, y seguir con este cambio de vida también después, en tierra firme o dónde quiera que sea. Pero ya os digo, no sabemos qué pasará, quizás nunca lleguemos a zarpar o quizás zarpemos y tardemos más en volver, o sigamos otra ruta o....no se, sinceramente, no buscamos la felicidad en un fin concreto, la vamos encontrando por el camino, con la preparación misma, porque como dice esa frase mítica "la vida es lo que nos sucede mientras esperamos que nos pase algo" (o algo asi).


tripulación del Mola Mola